En general las estructuras metálicas pueden clasificarse en varios tipos según su forma, función y aplicación. Algunos de los tipos más comunes de estructuras metálicas incluyen:   

Estructuras de acero en edificación: Estas estructuras se utilizan en la construcción de edificios comerciales y residenciales. 

Puentes metálicos: Los puentes metálicos son estructuras diseñadas para soportar el tráfico vehicular, peatonal o ferroviario. Pueden ser de tipo viga, arco, suspensión o celosía, dependiendo de la configuración y el diseño requerido para cruzar un obstáculo, como un río o un valle.   

Torres y estructuras de comunicación: Estas estructuras se utilizan para sostener antenas de telecomunicaciones, torres de transmisión eléctrica, faros, entre otros. Suelen estar diseñadas como torres de celosía para proporcionar resistencia y estabilidad.  

Estructuras industriales: En entornos industriales, las estructuras metálicas se utilizan para soportar maquinaria, equipos pesados y sistemas de almacenamiento. Pueden incluir plataformas, escaleras, pórticos, mezanines, naves industriales y estructuras modulares.  

Tanques de almacenamiento: Los tanques de almacenamiento de líquidos o gases suelen estar fabricados con acero y pueden tener diversas formas y tamaños, como cilíndricos, esféricos o rectangulares.   

Estructuras especiales: Además de los tipos mencionados, existen otras estructuras metálicas diseñadas para fines específicos, para las cuales se realiza un diseño especifico cumpliendo la normativa vigente estructural.

Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de estructuras metálicas que existen. La elección del tipo adecuado depende de diversos factores, como la carga que deben soportar, las condiciones ambientales, el presupuesto y los requisitos estéticos y funcionales del proyecto.